A veces me resulta irrisoria esa manía que tiene la gente por aparentar. Y digo aparentar porque me da igual lo que seas, quien seas realmente o quien pretendas ser porque de lo que hablamos es de lo que demuestras, o de lo que quieres mostrar. Y aunque esto ya parece un juego de palabras, sé muy bien lo que digo y de lo que os hablo.
Hace poco me compré unos pantalones de un conocido centro comercial que vende marcas de alto standing. Nunca compro allí, por el precio, pero fui a acompañar a una amiga al outlet de esa tienda y me encontré con unos vaqueros chulísimos que se me quedaban en 9 euros. Me los probé