Se denomina natural a cualquier producto que contenga algún elemento natural en su composición, en la proporción que sea. De esta manera, podemos encontrarnos en el mercado con productos que lleven la etiqueta de cosmética “natural” (lo que actualmente es un buen gancho para las ventas) que en realidad de natural tengan poco. Por eso es importante fijarse en el etiquetado y la composición.
La cosmética ecológica (u orgánica o biológica) la conforman los productos y cremas sin parabenos (las que no contienen colorantes, conservantes, perfumes sintéticos, siliconas ni sustancias animales, como los productos del Mar Muerto del Doctor Nona), es decir, que están compuestos por productos vegetales provenientes de cultivos ecológicos, que prescinden de los pesticidas y los abonos petroquímicos. No se experimentan en animales y deben seguir una estricta normativa en cuanto a la elección de los ingredientes, métodos de elaboración, envasado…