Todavía parece mentira que mi Husky ya no esté con nosotros. Es increíble lo que uno puede llegar a querer a un perro. Estas semanas estuve dándole vueltas a la posibilidad de tener otro perro, pero todavía no tengo nada claro, lo pasé tan mal en los últimos días que se me hace cuesta arriba tener que pasar por ello de nuevo. Me quedé con su collar y lo dejé en mi habitación dentro de una caja. El caso es que una buena amiga me comentó que en
Matahari podían hacerme un recuerdo de mi mascota en acero inoxidable. Este tipo de material viene genial para hacer grabados y la verdad es que queda muy bien, ella tenía una cruz azul muy bonita que se hizo allí y me animé a contactar con ellos. Llamé y estuve hablando un rato, increíble la cantidad de posibilidades que hay yo opté por un relieve de la foto de mi husky.