La moda es uno de los negocios que cuenta con una mayor visibilidad y rentabilidad en un país como el nuestro. Cada fin de semana, solemos ver cómo las grandes superficies e incluso las pequeñas tiendas dedicadas a la venta de ropa se encuentran prácticamente abarrotadas. Y es que los españoles y las españolas tenemos verdadera pasión por ir de compras. No es algo que tenga que ver con el género o con la edad. Es algo que está relacionado directamente con nuestra cultura. Nos gusta la moda y por eso acudimos a ella con tanta asiduidad.
Desde que acabó la crisis, ha sido evidente el cambio que se ha visto en este sector. Gracias en parte a la llegada de un aspecto como el comercio electrónico, el negocio de la moda ha sido testigo del aumento del número de prendas vendidas. Y eso también implica una serie de problemas. Sobre todo en materia logística. Y es que el aumento del número de prendas vendidas implica que es necesario producir más, almacenar más y distribuir más. Para ello, es necesario un aumento del esfuerzo, del personal y de la calidad del material que empleamos para mover los diferentes tipos de productos.
La moda es, desde luego, algo así como una tradición en España. Según una noticia que fue publicada en el portal web de El Observatorio Cetelem, en 2017 el gasto medio por español en ropa fue de 505 euros, algo que es 200 euros superior al que teníamos en año anterior. Se trata de un aumento bastante considerable y que pone de manifiesto que el negocio de la moda es uno de los más potentes en los tiempos que corren. Y no es para menos. No todo el mundo se deja más de 500 al año en cualquier actividad.
La moda es uno de los sectores que mejor trabaja en la red. Y eso implica un sobreesfuerzo que tiene que tener una consideración a la hora de organizar los movimientos de ropa de un lado para otro. Según el portal web Statista, la moda es uno de los sectores que más vende a través del ecommerce, lo cual es sinónimo de todas esas complicaciones y esfuerzos de más que tenemos que hacer y que no existían en otro momento del pasado. Pero, ¿cuáles son esas complicaciones de las que venimos hablando? Os lo desvelamos a continuación.
Los problemas que están relacionados con el aumento del consumo y la venta de ropa en España están relacionados con la logística. La moda es uno de los negocios que mejor funcionan en todo el país y eso conlleva dificultades en materia de almacenaje. En esa labor, una cuestión muy importante es la seguridad de todos los productos que viajen en los palets. Y es ahí donde juega un papel muy importante la cordelería. Así es como nos lo han comentado los profesionales de Cuerdas Valero, una entidad dedicada a la venta de este tipo de material. Además, estas personas nos han contado que la mayoría de empresas que forman su clientela tienen una relación directa con el negocio de la moda.
Cuestión de eficacia y seguridad
Es bastante habitual encontrarse productos que han sido transportados y que no se encuentran en perfectas condiciones para ser vendidos al público. Aunque es cierto que en la ropa ocurre menos (lo peor que nos puede pasar es que las prendas se arruguen) debemos tener en cuenta estos detalles y dotar de la máxima seguridad a los productos que están siendo transportados. Y la cordelería sigue siendo, a día de hoy, un material importante a la hora de garantizar este tipo de cuestiones.
Por algo la mayoría de profesionales de la logística han considerado en infinidad de ocasiones la cordelería como un aspecto clave dentro del ejercicio de su actividad. Resulta curioso que, en un entorno en el que vivimos, donde la tecnología tiene una importancia tan grande, un producto tan básico como lo es una cuerda puede ser de tanta utilidad todavía. Y es que, a veces, la tecnología no lo puede asegurar absolutamente todo. Algo que sí puede hacer un producto que llevamos usando durante toda nuestra vida.
Muchas personas tienden a dudar de un conjunto de productos como lo suelen ser los de cordelería. Aseguran que está pasado de moda y que sus servicios pueden ser sustituidos por la tecnología. Pero no siempre es así. Si buena parte de los responsables y trabajadores de logística confían en un asunto como lo es la cordelería, es por algo. Y no cabe la menor duda de que la palabra de toda esta gente merece un respeto. En lo que tiene que ver con la ropa, confiar en este tipo de productos parece que seguirá siendo algo imprescindible a corto y medio plazo.