Si estás teniendo un mal día, puedes cambiar bastante esa suerte regalándote algunos caprichos como, por ejemplo, cumplirte un antojo, bailar o simplemente dormir. Aunque, sin duda, la terapia favorita de muchas son las compras. Pero, ¿tienes idea de por qué esto de verdad se considera una terapia?
Comprar ropa como terapia
Más allá del consumismo y el impulso irracional por tener algo, salir de compra cuando nos sentimos tristes tiene más que ver con todo lo que tu mente procesa al momento de comprar.
Los siguientes puntos explican por qué resulta tan positivo darse una vuelta por las tiendas de vez en cuando:
Según expertos en moda: «todos disfrutamos de un poco de terapia al ir de compras de vez en cuando. En dosis pequeñas y manejables puede calmar el alma. Además, comprar no es un problema cuando se hace con moderación, al igual que el uso moderado de alcohol «.
Además, si eres una persona ambiciosa, tu guardarropa lo reflejará, pues te comprarás prendas que te vistan para le éxito, lo cual le envía estímulos positivos a nuestro cerebro y nos hace pensar en el éxito.
Además, al preocuparte por tu look, mejorarás tu imagen y conseguirás que te contraten, incluso que te asciendan, porque les transmitirás a otros una sensación de confianza. Si luces preparada, profesional y exitosa, así es como te verán los demás.
Por otro lado, esta actividad te ayuda con las transiciones: ya sea que hayas pasado por una ruptura o alguna separación, ir de compras después de algo así es beneficioso, ya que te recuerda a la persona que eras antes de tu duelo, y de una u otra forma, te ayuda a retomar las riendas de tu vida, y claro: eleva tu autoestima.
Aquí, algunos de los beneficios más relevantes:
- Visualizas un mejor escenario
Mientras paseas por los pasillos o aparadores te vas imaginando cómo se vería “eso” en tu casa, o cómo se te vería puesto. Este proceso reduce la ansiedad en niveles importantes en situaciones de cambio. De ahí que casi siempre salgamos con más cosas de las que llevamos en la lista.
Muchas veces ni si quiera tienes que comprar algo para sentir este efecto. Es algo mental que ocurre solo por salir y ver las estanterías y las tiendas y visualizar como te verás si esas cosas fueran tuyas.
- El placer incrementa la creatividad
El visitar las tiendas y ver como está arreglado todo para lograr venderlo, como adornan los espacios en las tiendas para el hogar o como visten a los maniquíes en las tiendas de ropa nos da un placer con un beneficio agregado: despierta nuestra creatividad.
Y es que al ver las combinaciones que hacen o la forma en la que utilizan ciertos artículos nos inspiran a crear esa misma imagen en nosotras y nuestro hogar, por lo que sucede que cuando entramos a las tiendas y vemos cosas que nos gustan; salimos con miles de ideas nuevas sobre como combinar nuestro look y como redecorar la casa.
- Relajación y distracción
Cuando le preguntas a las mujeres por qué siguen esta terapia, las respuestas casi siempre serán: para relajarse, entretenerse o desconectarse del mundo.
Eso de desconectarse es bastante necesario cuando, por ejemplo, tienes una decisión importante que tomar, o cuando estás pasando por una transición o un momento difícil o no te sientes en tu mejor momento. Darte unos minutos de distracción le da mayor claridad a tu mente. Funciona como un tipo de vacaciones mentales en las que haces cosas que te causan placer para distraer lo que te está causando angustia. Y muchas veces cuando regresas a la realidad tienes nuevas ideas y una actitud más positiva para lidiar con las dificultades.
- Comprar nos motiva
De alguna manera, hay gastos que más bien son inversiones. Cuando compramos algo para mejorar lo que sea de nuestra vida, nos da la sensación de que algo estamos haciendo bien, sentimos más control y más motivación.
Por ejemplo, está cuando compras un par de pesas y un tapete de yoga para hacer más ejercicio en casa. Esto te motiva a dar ese primer paso de una vez por todas y comenzar a cuidar tu salud y tu figura.
La terapia de las compras se trata de encontrarle un beneficio a los gastos que hacemos en ciertos lujos. Todo pierde sentido cuando gastas tu dinero a lo tonto porque vienen los remordimientos después de la compra y eso afecta directamente nuestro estado de ánimo. Pero si tu compra significa una mejora para ti, valdrá toda la pena.
Considera esto como una opción que no debe llevarte al consumismo excesivo e innecesario, pero que puede regalarte unas horas para consentirte y sentirte mucho mejor.
Por último, hay que acotar que está bien ir de compras, pero tampocose trata de que te quedes en bancarrota por eso, simplemente busca esas prendas que sabes que te arrepentirás si no las compras o que hacen un complemento perfecto a todo lo que ya tienes.
Ser adicto a las compras
Un adicto a las compras o shopaholic es una persona con una necesidad absoluta u obsesión por comprar algo concreto, mientras que shop proviene del verbo comprar.
Es aquí cuando esto ya no nos sirve como terapia, sino que más bien es un problema agregado. Ya no invertimos en nosotros, sino que más bien despilfarramos todo nuestro dinero para volver a casa con un montón de artículos que nunca usaremos y un gran vacío en nosotros que no estamos logrando llegar.
Para reconocer si eres un adicto a las compras, debes vigilar si haces algunas cosas de las siguientes acciones:
- No cabe ni una prenda más en tu clóset, pero diario aseguras que no tienes nada qué ponerte y que necesitas ir de compras
- No puedes evitar compras ni si quiera por internet. Te la vives comprando ropa y accesorios a través de apps y tiendas online, porque esperar a ir a la tienda es demasiada ansiedad para ti.
- No hay nada que te cause más emoción que saber que habrá descuentos y promociones en tu boutique favorita.
- Has llegado a endeudarte y pedir prestado por gastar más de lo que ganas en zapatos, bolsas y ropa a la que no te pudiste resistir. Peor aún, cuando los compras sabiendo que nunca los usarás.
- Para ti, cualquier ocasión es perfecta para ir de compras: cuando estás feliz, cuando estás triste, cuando estás enojada, cuando tienes un evento, cuando estás aburrida y no tienes nada que hacer, etc.
- Ahorrar es misión imposible para ti, pues siempre hay algo nuevo y atractivo por comprar a lo que no puedes resistirte.
- Nunca quedas 100% satisfecha después de ir de compras, pues siempre sientes que te faltó más por comprar y anhelas con ansias la próxima vez en que puedas volver a hacerlo. En fin, sientes un vacío que ni toda la ropa y los zapatos del mundo logran llenar.
¿Cómo puedes curarte de tu adicción a las compras?
Si ya detectaste que tu terapia de salir de compras se te ha ido de las manos y ahora eres una adicta a ello, debes comenzar a luchar contra esto siguiendo algunos preceptos mentales que te alejarán de las tiendas y te acercarán más a la paz mental.
Para lograrlo, los expertos en terapia para adultos de Terapia Psi te recomiendan:
- Planea tus compras
Cuando necesites salir de compras, haz una lista de lo que comprarás. Toma conciencia y reflexiona sobre lo que verdaderamente necesitas. Y más importante “No salgas de casa sin haber hecho una comparación de precios con anterioridad para que detectes las verdaderas ofertas”, recomiendan los expertos.
- No compres cuando estés triste
Aunque, como ya te dijimos, salir de compra es una terapia muy beneficiosa para lidiar contra un mal día, en caso de ser adicto a las compras, los expertos recomiendan: “Distrae tu mente en otras cosas, realiza alguna actividad física, una reunión en familia y aléjate de los centros comerciales”.
- Sal de compras acompañado
Recuerda que no estás solo, un amigo o familiar puede ser tu respaldo. Pide a alguien de tu confianza que te acompañarte cuando vayas de compras. Su misión será vigilar tus compras y limitarte en caso de ser necesario.
- ·Destina un presupuesto específico
Si sales de compras lleva solo en efectivo la cantidad que hayas destinado para comprar y deja las tarjetas de crédito en casa.
- Detecta si tienes una conducta acumuladora
Los compradores compulsivos, compran muchos productos de una misma categoría y no se deshacen de ellos: los conservan. Así que evita caer en compras irracionales y sin sentido.
- Busca ayuda
Si las compras han puesto en números rojos tus ingresos, busca ayuda profesional de un psicólogo o terapeuta. “Un especialista te ayudará a saber qué es lo que te hace falta, cómo está constituido tu circulo social, familiar y de pareja y cómo enfrentar esas carencias”, explican los expertos.