Una sonrisa bonita también es un complemento de belleza

Muchas veces cuando entramos en este foro buscamos complementos para sentirnos más bellas, para conseguir ese look total del que tanto se habla ahora, accesorios para vernos mejor o consejos de esos milagrosos con los que lograr un resultado espectacular en nuestra imagen cuando salimos a la calle. Pero lo cierto es que la belleza o ese buen aspecto no se logra simplemente con aquello que nos ponemos encima, está también en el cuidado de nuestro cuerpo.

Por ejemplo, basta imaginarnos la sensación que nos daría alguien vestido con las mejores marcas pero que no hubiese pasado antes de salir de casa por una buena ducha. O ¿qué me decís de esa imagen que tenemos de mucha gente que sustituye un baño o su aseo diario por una gran ración de perfume o de desodorante? Es muy rancio, sí.

Pues en estas pequeñas cosas se encuentran también la belleza y el aspecto adecuado de una persona, en que se asee, en que cuide el estado de sus uñas, en que no vaya con pelos de loco, en que no veamos sus pelillos de la nariz por una mala depilación y, por qué no decirlo, en algo que tiene que ver también con la salud, además de con la belleza: el cuidado bucal.

Nuestra boca es una de las tarjetas de presentación que tenemos a la hora de acercarnos a la sociedad. Unos dientes limpios y cuidados dicen mucho de nosotros, y no solamente eso, sino también todo lo relacionado con nuestro aliento, ya que puede suponer un problema si destaca por su mal olor.

Por suerte para todos nosotros, en las clínicas dentales como Dental Morante, la mejor clínica de implantes dentales de Madrid, conocen ya esta demanda de la sociedad y no se tienen aquella anacrónica idea de la odontología como la rama en la que los profesionales se dedicaban a arrancar muelas cuando estás dolían o a sustituirlas por piezas de oro o cualquier otro material que distaba bastante de parecerse a un diente natural.

Las causas más frecuentes de alteración de la armonía de la sonrisa incluyen malas posiciones dentarias, discoloraciones, alteraciones del tamaño y forma, y asimetría de los márgenes gingivales. Pero para todas ellas hay muchas soluciones con las que corregir y mejorar el aspecto general de nuestra boca. A continuación os describimos las más comunes.

sonrisa
Tu sonrisa dice mucho de ti.

El blanqueamiento dental es un proceso cosmético conservador que ayuda a corregir las alteraciones de color de los dientes, consiguiendo un aclaramiento de los dientes sin apenas efectos secundario. Las alteraciones del color pueden producirse por pigmentaciones externas o internas. Así diferenciamos dos tipos de blanqueamiento: blanqueamiento externo (sirve para aclarar dientes con pigmentaciones o manchas, así como para aquellos dientes que se presentan oscuros y amarillentos. Se realiza una o dos sesiones en clínica con luz fría de plasma, y se refuerza con el uso en casa de cubetas con gel blanqueador) y el blanqueamiento interno: indicado para aquellos dientes aislados que se han oscurecido después de un tratamiento endodóntico o bien por infección del nervio.

Las carillas de porcelana son unos delgados frentes laminados de porcelana, que se adhieren a la superficie externa del diente previamente preparado. El tallado del diente es muy conservador, ya que el grosor que necesitamos es mínimo.

Las carillas de porcelana son el tratamiento de elección para aquellas personas que tienen unas demandas estéticas de alto nivel. Por su parte, las carillas de composite, a diferencia de las de porcelana, no necesitan una preparación previa del diente por lo que es un tratamiento reversible y conservador. No se necesita anestesia, ya que sólo se adhiere el material al diente sin necesidad de tallarlo. Es el tratamiento de elección para corregir dientes con formas irregulares, o para cerrar los espacios negros entre los dientes.

Los dientes pueden presentar espacios negros por su posición (diastemas), o bien por pérdida de hueso con la consecuente pérdida de encía, que provoca triangulos negros poco estéticos entre los dientes. En estos casos disponemos de diferentes opciones de tratamiento, que incluyen desde ortodoncia invisible, al cierre de espacios con carillas de composite o de porcelana.

Por último, mediante técnicas de microcirugía, podemos recuperar la encía perdida (recesión gingival), realizando un injerto. Un injerto de encía está indicado en aquellos casos en que los dientes muestran la raíz por encías retraídas. Consiste en una intervención quirúrgica con anestesia local utilizando técnicas de microcirugía. En algunos de casos, es necesario tomar encía del grosor del paladar e injertarla en la zona en la que pretendemos cubrir la raíz. Se trata de un acto quirúrgico muy poco traumático con un postoperatorio excelente.

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