
De todos es sabido que la navidad es una de las épocas más consumistas del año. Da igual lo mucho que te digas a ti mism@ que este año vas a moderarte y que vas a gastar menos porque luego una especie de duendecillo fantasma malo se mete en tu cabeza y piensas: “¡Es Navidad!”, cada vez que ves algo en un escaparate que pueda interesarte, bien para ti, bien para tus seres queridos. Y cuando te vienes a dar cuenta ya no queda nada de la paga extra (si es que la tienes).
Siempre hay algún suertudo que es capaz de cumplir su palabra y llega la Navidad y en lugar de gastar, ahorra, pero seamos sinceros, eso no es lo normal.
Ahora bien, ya que vamos a dejarnos nuestros buenos dineros en compras, ¿por qué no celebrarlo por todo lo alto? Personalmente creo que eso de sentarnos al lado del árbol y empezar a dar regalos está muy bien, pero siempre y cuando haya habido una celebración previa y otra posterior, porque eso de dar regalos sin más está sobrevalorado.
El año pasado acabé disfrazada de Papá Noel dando regalos mientras el resto de mi familia me miraba expectante para ver de quién era el siguiente paquete que cogería de los pies del árbol y este año no quiero que sea diferente. De hecho, me voy a agenciar un disfraz de elfo juguetero que he visto en La Casa de los Disfraces y que va a ser la envidia de la noche. Dicen que el disfraz de Virgen María es tendencia también, pero me niego en rotundo, qué quieres que te diga… no me pega nada.
Pero me niego a ser la única disfrazada este año y por eso voy a hacer disfraces de Papá Noel para todos mis sobrinos. Y hablando de niños ¿estamos malcriándolos con tantos regalos? ¿Hay un límite que no deberíamos sobrepasar? ¿Cuántos regalos debe recibir un niño?
La regla del 5
Muchos de nosotros, precavidos, ya hemos comprado casi todos nuestros regalos online desde hace semanas, pero aún hay muchísimos rezagados que van a ir físicamente a comprarlos a última hora o a pedirlos a Amazon con envío urgente, que por cierto (todo sea dicho), funciona muy bien. Así que para aquellos que aún están valorando sus compras, sobre todo infantiles, vamos a hablarles de la regla del 5.
Según está regla, que para mí es de oro, el niño que pueda recibir más de un regalo por parte de padres, familiares o amigos, debería recibir un total de 5 regalos como máximo:
- El deseo más importante y personal: ese juguete que el niño o la niña pide siempre, una y otra vez, y que se nota que es lo que más ilusión le hace.
- El deseo para compartir: algo que pueda compartir con sus hermanos o incluso con papa y mamá, como una película familiar, unas entradas para una obra infantil, un juego de mesa para jugar en familia, etc.
- El deseo de lectura: libro, novela, cuento infantil o cuento de imágenes. Todo depende de la edad: se trata de recibir un regalo que anime a la lectura.
- El deseo de lo que se necesita: puede ser ropa, aseo personal, calzado, etc.
- El deseo de estrenar: todos los niños quieren llevar algo nuevo al cole, para poder enseñarlo a la vuelta de vacaciones, así que puede ser un bonito juego de estuche y carpetas escolares, un nuevo chándal para el día de gimnasia, un nuevo cuaderno de dibujo, etc.
Otra opción, por supuesto, es hacer los regalos con los niños ahora que el DIY (“Do it yourself”) está tan de moda. Ahora bien, ¿cómo podemos hacer esto sin romper la magia de la Navidad? Puede ser el regalo del amigo invisible, puede ser la “ayuda” para hacer los regalos que han solicitado los duendecillos de Papá Noel o los pajes de los Reyes Magos, etc. ¿Qué podemos hacer?
- Tarjetas regalo
- Llaveros divertidos
- Frascos decorativos
- Pisapapeles de piedra decorados o con mensajes
- Adornos navideños hechos con material reciclado
- Fofuchas divertidas para toda la familia
- Etc.
Y si no se te ocurre nada mejor, siempre puedes comprar entradas para ir todos a ver a Mariah Carey que vuelve a España por Navidad.