Ahora puedes cambiar tus ventanas por internet.

Reformas por internet

Cambiar las viejas ventanas de tu casa por unas nuevas de PVC es una buena solución para pasar un invierno más confortable. Las ventanas de PVC conservan el calor en el interior del hogar. Necesitas gastar menos en calefacción para aclimatar la casa. Ahora, es posible gestionar el cambio por internet.

La instalación de ventanas de PVC se ha puesto de actualidad. Es una de las medidas más sencillas y menos costosas para mejorar la eficiencia energética de tu hogar.

La eficiencia energética hace referencia al gasto de energía que necesita una vivienda para poder ser habitada. Está relacionado con el gasto de electricidad, pero también con la energía que gastas en aire acondicionado en verano y en calefacción en invierno para hacer vida en el interior de la casa.

Las medidas que aumentan el aislamiento térmico de una vivienda, como la instalación de ventanas de PVC, son buenas para el planeta, ya que necesitamos menos energía para aclimatar la casa, y gran parte de la energía procede de los combustibles fósiles y, por otro lado, son beneficiosas para nuestros bolsillos.

Lógicamente, para aplicarlas necesitas hacer una pequeña inversión. Lo bueno de esto es que se amortiza rápidamente, ya que con medidas de este tipo ahorras hasta un 50% en tus recibos de luz y gas y, sobre todo, ganas en confort y comodidad.

La buena noticia es que, ahora, además, estas pequeñas reformas puedes gestionarlas por internet. Ya que una buena parte de los instaladores cuentan con páginas web en las que no solo puedes solicitar un presupuesto, sino, incluso, pagar una señal para iniciar las obras o gestionar las ayudas públicas para que el cambio te salga más económico.

Algo que, sin duda, redunda en una mayor comodidad para los ciudadanos.

Las ventajas de las ventanas de PVC.

Antes de profundizar en la contratación de este servicio por internet, es bueno detenernos un poco sobre las ventajas que reportan las ventanas de PVC, aunque muchas de ellas ya las prevemos.

Las ventanas de PVC reducen hasta en un 70% las pérdidas de calor dentro de la casa. Como bien dice el blog de la cadena de tiendas Leroy Merlin, el PVC es un material que no es conductor del frío ni del calor. Por lo que aumenta el aislamiento térmico considerablemente.

El aluminio, uno de los materiales más utilizados para las ventanas y cerramientos de casas y locales, es un metal que conduce el frío. Esto, lo que significa, es que el frío del exterior penetra en el interior de la casa por medio de los marcos de las ventanas. No es que no cierren bien y se produzcan fugas, sino que es por las propias características físicas del material.

Los marcos de madera son más eficientes para guardar el calor, pero el problema está en que la madera se contrae o se expande con los cambios de temperatura. Haciendo que cuando hace calor nos cueste más cerrar las ventanas y cuando hace frío, aparezcan rendijas por las que entra el aire de la calle.

La madera requiere un mayor mantenimiento. Al ser un material orgánico que se encuentra a la intemperie, es habitual que la lluvia, el viento y los rallos de sol la vayan deteriorando creando grietas por donde se escapa el calor. Para mantener unas puertas y ventanas de madera en perfecto estado tendríamos que lijarlas y barnizarlas cada cierto tiempo.

Esto no sucede así con los marcos de PVC, que mantienen su composición intacta durante décadas.

La eficiencia energética de una ventana de PVC viene determinada por la cantidad de cámaras de aire que contienen en su interior y por el grosor del marco. Lo más aconsejable es que el perfil de la ventana posea 5 cámaras interiores y un grosor de al menos 7 mm.

El PVC es un material totalmente aislante. Utilizado durante mucho tiempo en la construcción, por ejemplo para las tuberías de suministro y evacuación de aguas o para la protección del cableado eléctrico. En cuanto a las ventanas, las cámaras de aire interiores funcionan como barreras que frenan la propagación de la temperatura. Estas ventanas crean un muro que separa radicalmente la temperatura que hay en el exterior de la que tenemos dentro de la casa, impidiendo que se mezclen.

Con internet se presta un mejor servicio.

Ahora, los consumidores, cuando queremos cambiar las ventanas de nuestra casa, nos metemos en internet para buscar información.

Ya no acudimos a la carpintería de aluminio que hay en el barrio o llamamos a diferentes empresas de la ciudad para que se pasen por casa y nos hagan un presupuesto. Directamente, entramos en la web y visitamos páginas web de empresas instaladoras. Si podemos, les pedimos un presupuesto. De esta forma, en mucho menos tiempo, nos ponemos en contacto con más empresas, reunimos más presupuestos y contratamos el que más nos interese.

Algunas páginas web de empresas instaladoras disponen de un formulario donde el interesado facilita datos como la superficie de la vivienda, las dimensiones de las habitaciones donde quiere instalar las nuevas ventanas, el número de ventanas que tiene, etc.

Los instaladores de Crear Sur, una empresa de Granada especializada en aislamientos térmicos de viviendas, con más de 20 años de experiencia en el sector y que utilizan este sistema, nos cuentan que de esta manera se puede prestar un mejor servicio al cliente. Cuando el técnico se pone en contacto por teléfono con el interesado, ya dispone de una información valiosa con la que poder presentarle una solución adecuada que cubra sus necesidades.

Con el sistema anterior había que desplazarse a la vivienda, tomar medidas y luego después presentar el presupuesto. Ahora el presupuesto se presenta en menos tiempo, sin realizar desplazamientos previos, lo cual es más cómodo para el cliente y para la empresa. La información recogida en el formulario, permite también ofrecer un servicio adaptado a las características de la vivienda y a las necesidades del cliente.

Internet facilita la toma de decisiones por parte del usuario. Al visitar la página web del instalador, conoce todos los servicios que presta. Puede analizar las condiciones del trabajo y leer algunas reseñas de otros clientes anteriores. Si se inclina por esta empresa a la hora de establecer contacto telefónico, no va a ciegas. Dispone de información previa para aclarar sus dudas. No es como antes, que acudías a un taller físico prácticamente sin conocer nada.

Otra de las ventajas que tiene contratar estos servicios por internet es que te puedes beneficiar de ayudas y subvenciones públicas, ya que como veremos a continuación, muchas veces, de su tramitación se encargan los propios instaladores.

Las ayudas púbicas para cambiar las ventanas.

El Ayuntamiento de Barcelona anuncia en su página web la concesión de subvenciones de entre 3.000 y 30.000 € para edificios y viviendas que quieran cambiar sus ventanas para aumentar el aislamiento en zonas tensionadas acústicamente de la ciudad.

En este caso, la ayuda se refiere al aislamiento acústico, no a la eficiencia energética. Este aislamiento se consigue por medio del doble o triple acristalamiento y no por si el marco de la ventana es de PVC o de Aluminio. De todos modos, es una ayuda interesante para muchas personas. Solo los que viven en estas condiciones saben lo duro que es tener un piso en una gran avenida como la Diagonal, la Gran Vía o la Meridiana. Si visitas la página web de tu ayuntamiento es posible que encuentres ayudas de este tipo.

La instalación de ventanas de PVC creció estos últimos años gracias a las ayudas que concedía el gobierno y que estaban incluidas dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por los fondos Next Generation de la Unión Europea.  La ayuda estaba incluida dentro del apartado de mejora de la eficiencia energética de edificios.

Según hemos podido comprobar, esta ayuda aún se sigue concediendo durante este 2024.

Para tener acceso a ella, la instalación de las nuevas ventanas debe representar una reducción de la demanda energética de la casa de un 7% o una disminución del consumo energético no renovable de al menos un 30%. La obra deberá tener un coste superior a los 1.000 € por vivienda.

Con estos requisitos, el ciudadano se puede beneficiar de una ayuda directa de hasta el 40% del coste total de la obra y de hasta 3.000 € por vivienda.

Aunque estas ayudas son de ámbito estatal y están concedidas por el gobierno, están gestionadas por las comunidades autónomas. Estableciendo cada una de ellas los requisitos y la forma de solicitarlas. Así, mientras algunas autonomías admiten la solicitud solo con la presentación de una “Factura Performance”, previa a la obra, que otras exigen que la instalación esté terminada.

En cualquier caso, aunque el ciudadano no haya recibido esta subvención, podrá deducir el 20% del coste de la inversión en el formulario de la declaración de la renta.

Para obtener estas ayudas, muchas veces son los propios instaladores los que se encargan de tramitarlas, adjuntando, además del impreso de solicitud, los certificados que se consideren pertinentes.

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