En el trayecto de Madrid a Los Alcázares (Murcia), donde habíamos reservado un chalet para pasar unos días de vacaciones paramos a ver la capital murciana. Una ciudad bastante grande y que nos sorprendió gratamente. No podemos decir que sea una ciudad monumental, pero si tiene un centro interesante, donde brilla sobremanera la bella catedral.
Nunca pensamos que nos iríamos de compras
Estuvimos también terraceando y justo cuando iba a entrar al wc del bar se me partió el tacón. Tocaba ir a comprarse unos zapatos, así que fuimos al coche que no estaba lejos, me puse unas deportivas y fuimos a ver si encontrábamos calzado sustituto.
En nuestro paseo por el centro de Murcia pasamos por Calzados Luz. Entramos a ver si encontrábamos algo y nos sorprendimos gratamente con una tienda que se dedicaba al cazado de piel desde sus inicios. Había bastantes zapatos de calidad y diseño.
De todos es sabido que, en el calzado en España, tanto la Comunidad Valenciana como Murcia son los principales exponentes.
En la tienda tenían calzado para señora, caballero, plantillas y anchos especiales, zapatillas y bolsas, carteras y complementos. Mi amiga se reía cuando empecé a seleccionar varias cajas como si fuera Julia Roberts en Pretty Woman, pero es que había tanto que elegir…
Al final salimos cargadas las dos con compras y fuimos destino Los Alcázares para pasar unos días magníficos llenos de tranquilidad y sol. Aprovechamos para visitar Cartagena, una ciudad con mucha historia y que en el Teatro Romano tiene uno de sus principales atractivos. Me gustó también mucho el submarino de Isaac Peral, que fue el inventor de este aparato.
Por las noches nos íbamos a tomar algo por el pueblo o a La Manga, donde pudimos estrenar los bolsos de piel tan bonitos que compramos en Calzados Luz. La verdad que en la tienda casi nos compramos calzado para todo el año, pues incluso nos compramos unas botas altas.
Esto de las compras en nuestro caso parece ir por rachas o no prestamos más atención de la necesaria o nos dedicamos a comprar sin medida. Bien es cierto que la calidad y bien presentados que tenía esta tienda los artículos, hizo que nos comprásemos más cosas de las que nunca hubiéramos imaginado. Muy cerca estaba el Corte Inglés y ni si quiera hicimos ademán de entrar.
En estos últimos años parece que el pequeño comercio sufre con más virulencia el acoso de las grandes superficies, pero desde aquí recomendamos que siempre que se pueda se visiten estos establecimientos, a veces puedes encontrar sitios de buena calidad y a un precio razonable.
Para mí siempre ha tenido especial encanto el ir de compras por el centro de las ciudades, creo que es más interesante desde todos los puntos de vista que ir a un frío centro comercial, pero como se suelen decir “para gustos se hicieron los colores”. Yo desde luego seguiré apostando por el pequeño comercio y así ayudo a que los autónomos de este país sigan ganando el pan, que las grandes empresas lo tienen bastante más fácil.