A veces, por no decir siempre, una sonrisa blanca es tan importante a nivel estético como portar la mejor de las joyas. Esta es una tendencia cada vez más compartida por el gran público y la verdad es que no es para menos. Tener una joya es algo que solo indica que, en su momento, teníamos el dinero como para hacernos con ella. Disponer de una sonrisa bonita, en cambio, es sinónimo de poseer salud. Y la vida que nos está tocando asumir últimamente nos ha dejado bien claro que la salud es lo más relevante.
Una blanca sonrisa es, en muchas ocasiones, el complemento ideal para una gran velada. Y es que no solo hace entrever que nuestra salud dental es perfecta, sino que también nos aporta una estética depurada y vistosa, exactamente lo que podríamos conseguir con un colgante, un anillo o una pulsera. La verdad es que nunca debemos infravalorar todo lo que podemos conseguir a nivel estético con una sonrisa blanca. Nos podríamos sorprender de lo que cambia nuestra imagen con ella. Por fortuna, son miles y miles las personas que, en España, ya se han dado cuenta de ello.
Pero es cierto que sigue habiendo demasiada gente que no tiene en cuenta el poder que puede obtener su sonrisa si cuida de ella. La salud dental en España no es la mejor de Europa ni de lejos y eso es algo que debemos cambiar. Y no será por no disponer de numerosos y buenos odontólogos en el interior de nuestras fronteras. La verdad es que se trata de un asunto cultural. Nunca le hemos dado demasiada importancia a esto y quizá ha llegado la hora de que sí se la demos. Mejor tarde que nunca, como suele decirse en estos casos.
Fruto de eso, hay algunos datos que dejan lugar para la preocupación en España. Según una noticia publicada por la página web El Dentista Moderno, el 43% de la población española sufre sensibilidad dental. ¿De qué blanca sonrisa vamos a presumir si cada dos por tres nos duelen los dientes? ¿Cómo vamos a sacar partido de nuestra estética con una situación como la que estamos describiendo? La verdad es que salud y estética van de la mano en un contexto como este y haríamos bien en potenciar lo que respecta a la salud para que nuestra imagen se vea impulsada.
Otro de los problemas que ha caracterizado a la población de nuestro país en lo que tiene que ver con el cuidado de sus dientes y su sonrisa es la facilidad con la que los dientes cambian el color blanco por el amarillo. De ello habla un artículo publicado en la web BBC.com. La autora indica que esa cuestión tiene mucho que ver con el hecho de que, en nuestro país, tomamos mucho café, por poner un ejemplo. Y también tiene mucha incidencia el tabaco, que en España es bastante común. Todo esto nos hace pagar un peaje en lo que a estética dental (y personal, por ende) se refiere.
Una sonrisa blanca y cuidada es el mejor complemento del que un hombre o mujer puede hacer gala en la sociedad actual, en la que tanta importancia le damos a la imagen. Parece que este pensamiento, poco a poco, empieza a calar entre la población, consciente en mayor medida de que una sonrisa blanca no solo es idónea para su imagen, sino también para su salud. Los profesionales de la clínica dental Maroto Vellón nos han indicado que son estas dos cuestiones las que más preocupan a los jóvenes de hoy en día y que es por eso por lo que ha crecido la cantidad de gente que visita su clínica y la asiduidad con la que lo hace.
Motivos de sobra para creer en la remontada
España es uno de los países que, tradicionalmente, peor ha cuidado de su salud dental. Y creemos que ha llegado el momento de que eso cambie de un modo radical. Ahora, nuestro país no solo cuenta con los mejores odontólogos, de los que ya disponíamos hace años, sino que, además, contamos con la conciencia necesaria para cuidar de nuestras piezas dentales y hacerlo del mejor modo posible.
Está claro que todavía quedan mucho camino por recorrer para hacer de la salud dental española la mejor del mundo. Y que también son muchas las personas que tienen que cambiar su actitud y sus hábitos en lo que tiene que ver con la salud dental. Pero vamos en la dirección correcta. Hemos cogido velocidad de crucero y estamos convencidos de que, más pronto que tarde, por fin podremos presumir en España de tener una población que cuida de su salud dental y, por tanto, de su estética personal.