Envejecer es signo de madurez y experiencia, sin embargo también conlleva a que nuestra piel comience a perder un poco su firmeza, suavidad y tono.
Lo bueno es que la estética nos tiende su mano amiga con sus muchos tratamientos para ayudar a que nuestra piel no pierda su belleza y juventud, siendo, uno de ellos, el uso del colágeno.
Beneficios del colágena para nuestra piel
El colágeno se trata de una mezcla de proteínas, antioxidantes y vitaminas; que, juntos, aportan firmeza a nuestra piel y nuestros músculos, manteniéndolos unidos entre sí gracias a su gran propiedad conectiva.
Entonces, cuando el paso del tiempo, las condiciones ambientales y externas a las que nos exponemos y nuestros hábitos de consumo comienzan a afectar la producción de este elemento, disminuyendo sus niveles, necesitamos ayudarnos con ciertos tratamientos que nos proporcionen en el colágeno que nuestra piel necesita. Por ejemplo, para luchar contra las consecuencias de la perdida de colágeno como lo son la aparición de manchas en la dermis, flacidez, arrugas etc.
Así, también, podremos seguir disfrutando de beneficios como:
- El colágeno nos protege del frío, el sol, la contaminación ambiental y otros factores externos.
- Nos aporta humedad y otros nutrientes que alimentan a nuestra dermis.
- Reduce las temidas líneas de expresión y mejora la elasticidad y firmeza de la piel.
- Ayuda a eliminar el acné y sus cicatrices, propias de la etapa adolescente, pero igualmente, un problema que podría aparecer incluso en edades más avanzadas.
- Acelera el proceso de cicatrización, logrando sanar heridas en la piel en poco tiempo.
- Es un excelente aliado contra la celulitis y la flacidez
- Combate la piel naranja.
- Mejora la firmeza y tensión de la dermis.
Por lo tanto, lo recomendable es tomar este producto (en cualquiera de sus formatos) de forma constante durante tres meses, tiempo después del cual debemos tomar un descanso, para luego retomar su consumo. Al hacerlo verás cambios en tu piel, en términos de brillo y suavidad.
Nuestro consejo es que si te encuentras en una edad avanzada en la que tus niveles de colágeno comienzan a descender, consultes con tu médico para que el te pueda recetar complementos y otros productos que contengan dicha sustancia y que te ayuden a mantener los niveles necesarios. Igualmente, te daremos una guía básica de todo lo que puedes hacer por tus medios para elevar ese colágeno y mantener una piel radiante y joven.
¿Cómo evitar la reducción de colágeno en la piel?
Ahora que ya entendimos los beneficios y la importancia del colágeno sobre nuestra piel, de seguro que querremos conocer como evitar la reducción del nivel del mismo en nuestro organismo; lo cual se puede lograr al:
- Reducir la exposición al sol. La exposición al sol es uno de los enemigos principales de la producción de colágeno, por lo que se recomienda controlar el tiempo que pasamos bajo el mismo y por supuesto evitar aquella franja horaria en la que el sol calienta con más fuerza, además de siempre colocarnos protección.
- Realizar ejercicio. Otro de los beneficios de seguir una rutina de ejercicios constante es que ayuda a la producción de colágeno. Por el contrario, llevar una vida sedentaria sin ningún tipo de actividad física terminará reduciendo los niveles del elemento en nuestro organismo.
- Consumir alimentos ricos en colágeno. Tener una dieta balanceada no solo trae múltiples beneficios a nuestra salud general, sino que si incluimos en ella alimentos ricos en colágeno como el aminoácido denominado Lisina, ayudaremos al proceso de producción de este prótido.
¿Dónde podemos encontrar el colágeno?
No obstante, aunque podamos tomar todas las medidas preventivas expuestas anteriormente, podremos necesitar de ingerir más cantidades de colágeno que nos ayuden reponer los niveles perdidos. En este caso, podemos encontrarlo en los siguientes productos y presentaciones:
- Crema facial: existen cremas enriquecidas con colágeno que te ayudan a obtener una piel más suave y humedecida; además de con un aspecto rejuvenecido.
- Cápsulas de Colágeno Hidrolizado: es un complemento alimenticio para aumentar los niveles de colágeno y que ayuda a luchar contra los signos de la edad, impulsando la recuperación de nuestro tejido óseo. Además, ralentiza el envejecimiento de la piel, mejora la elasticidad de la dermis y reduce manchas.
- En polvo: la presentación polvo aporta resistencia y flexibilidad a los tejidos, gracias a que reduce los efectos del desgaste y la pérdida de colágeno. Además, como reduce la pérdida de masa y descalcificación ósea, es un excelente aliado en la prevención de lesiones y traumatismos. Por último, también ayuda en la regeneración de colágeno en las articulaciones, huesos y tejido cartilaginoso.
- Colágeno líquido: es muy efectivo para mejorar el aspecto de la dermis, el cabello y las uñas, además de que ayuda a que los huesos, músculos, la síntesis de proteínas y la reducción de la fatiga y el cansancio funcionen de forma óptima.
- Cápsula natural de colágeno concentrado: nos ayuda a reponer los niveles de colágeno perdidos durante el día y a la regeneración celular que nos permite lucir una piel más firme y suave.
Tratamientos estéticos con colágeno
Además de un cambio de hábitos y el consumo de productos con colágeno, también podemos optar a tratamientos estéticos en centros especializados que nos ayuden a regenerar la producción del compuesto y sanar nuestra piel. Nuestros amigos del centro de tratamientos estéticos de Medyglobal nos recomiendan los siguientes:
- Radiofrecuencia facial
Este es un tratamiento estético sin agujas, ni cicatrices, que utiliza las propiedades de regeneración del calor intradérmico para favorecer el drenaje linfático, la circulación sanguínea y finalmente la formación de colágeno y elastina.
Se aplica con un dispositivo de radiofrecuencia sobre la zona del rostro a tratar, el cual emite un calentamiento profundo que afecta a la piel y tejido graso subcutáneo. Dicho tratamiento suele durar aproximadamente unos 60 minutos, y suele ser muy seguro y sin molestias
- Mesoterapia Facial
Este tratamiento promete rejuvenecer y restaurar la piel con la aplicación de ácido hialurónico, vitaminas y otras sustancias naturales como silicio orgánico y vitaminas faciales. Todos biocompatibles entre si y para todo tipo de pacientes.
El procedimiento consiste en la inyección del ácido a través de una aguja, sin ningún tipo de dolor y con resultados 100% naturales y garantizados, en una sesión de solo 20 minutos.
- Hilos Mágicos Tensores Extra-Firming
Los hilos tensores, también conocidos como “Hilos Mágicos” son una técnica muy novedosa que permite re-definir el rostro, recuperando su volumen y disminuyendo las arrugas.
Se trata de implantar mini-hilos de Polidioxanona (PDO) en la piel del rostro para que trabajen en la producción natural de colágeno, y favoreciendo, a su vez, la mejora de las bondades de nuestra piel.
Lo mejor es que se trata de un procedimiento muy rápido e indoloro, que dura tan solo 30 minutos, sin producir ni molestias ni cicatrices.
Esta intervención nada invasiva mejora eficazmente los signos del envejecimiento de la piel. La energía de la luz emitida por el láser causa un efecto beneficioso en las capas más profundas de la piel para generar más niveles de colágeno y elastina.
Además, se puede combinar con la mesoterapia facial para obtener una piel hidratada, y con buenos niveles de Plasma Rico en Plaquetas.
- Mascarillas de colágeno
Este es quizá el tratamiento de aplicación de colágeno más sencillo y menos invasivo que existe, y es que de hecho puedes realizarlo tu misma en casa, consiguiendo una crema con colágeno en una tienda de estética y siguiendo algunas indicaciones para su posología.
Lo bueno de esta técnica es que nos ayuda a curar nuestra piel de los efectos de los factores externos, ambientales, y de envejecimiento que tanto la dañan.
Eso sí, siempre es bueno complementar su aplicación con la ingesta de alimentos ricos en colágeno, cremas protectoras contra los rayos del sol y una buena sesión de ejercicios.
Para colocarte una mascarilla de colágeno debes:
1. Limpiar tu piel para eliminar todos los restos de maquillaje, sudor y polvo de la calle.
2. Colocar la mascarilla de colágeno sobre tu cara, cubriendo también las zonas del cuello y el escote, sobre todo en aquellas áreas en donde notes más líneas de expresión, y respetando el contorno de los ojos y los labios.
3. Luego, debes dejar que repose por unos 10 o 15 minutos. Por esto, se recomienda que te apliques la mascarilla en un momento del día en el que puedas hacerlo con calma y de forma relajada, libre de estrés y tensiones, ya que así, también potenciarás su efecto. Recuerda que el estrés y la ansiedad más bien hacen sufrir nuestra piel. Entonces, durante este tiempo de espera tu piel se encargará de absorber todos los beneficios de la mascarilla, hidratándose en profundidad y reparando los daños en tu piel mientras tu descansas.
4. Por último, retira la mascarilla de tu rostro y enjuaga con agua tibia. Verás como de inmediato puedes disfrutar de una piel renovada y fresca.