¿Alguien sigue teniendo dudas al respecto de todos los beneficios que proporciona una sonrisa bonita? Estamos hablando de uno de los elementos del cuerpo que, sin duda alguna, contribuye de una manera sustancial a que la gente nos catalogue como una persona atractiva. Desde luego, es evidente que son muchas las personas a las que les gustaría ser consideradas como atractivas, con independencia de si son hombres o mujeres. Y, en ambos casos, está claro que la sonrisa juega un papel que podemos asegurar que es bastante grande. Hay que apostar, por tanto, por esa sonrisa.
Solamente hay que pensar en una cosa: la combinación de todos los complementos de los que dispongamos y esa sonrisa blanca que tantas pasiones levanta. Con esa ecuación, una persona es capaz de conquistar muchos corazones y, de paso, poner en liza un extra de motivación al mirarse al espejo. Sacar lo mejor de nosotros y nosotras es algo que podemos conseguir a través de una serie de factores que, si los juntamos, ofrecen una imagen de nuestra persona con la que podemos sentirnos realmente bien. Merece la pena que pongamos toda la carne en el asador para conseguir esto.
En una información que vio la luz en la página web de Gaceta Dental se aseguraba que la sonrisa es lo primero en lo que nos fijamos los españoles y las españolas cuando conocemos a otra persona. Este es un dato que quizá se nos pasaba por alto, pero que es tan real como la vida misma. La sonrisa le gana la partida al pelo, a las caderas, al pecho o al abdomen, que son esas zonas en las que normalmente suele fijarse la gente a la hora de catalogar a las personas como atractivas o no atractivas. Y conseguir una sonrisa bonita está al alcance de todo el mundo.
Cuidar de la sonrisa para lograr un puntito más de belleza es algo que se ha convertido en una tendencia en los últimos tiempos. Ni que decir tiene que, para ello, el cuidado de nuestra sonrisa juega un papel fundamental. Y la gente lo sabe. Los profesionales de la clínica dental Gaudí aseguran que ha crecido el volumen de personas que se ha empezado a interesar por su salud dental por la influencia que eso tiene en la belleza y no exactamente por motivos de salud. Como es lógico, las personas que han mejorado su sonrisa también lo han hecho en belleza.
Si os paráis a analizarlo, las personas que cuentan con una sonrisa bonita tiene algo que les caracteriza por completo. Uno de los mejores ejemplos que hemos encontrado para ello es Jurgen Klopp, un entrenador de fútbol que actualmente se encuentra a cargo del Liverpool y que es reconocido por ser una de las mejores sonrisas de todo el mundo. Los aficionados del club inglés ya son conscientes de que lo que llama la atención físicamente de su entrenador es su sonrisa y ya han solicitado que sea la imagen de una marca de dentífricos.
Nos gusta sonreír
Una noticia a la que hemos tenido acceso gracias a la página web de la agencia de noticias Europa Press indicaba que al 95% de los españoles les gusta sonreír, pero que el 58% no lo hace. Y la verdad es que es una lastima que así sea. Muchas veces es verdad que no encontramos la manera o el motivo para sonreír. La situación de cada cual es muy personal y nos puede conducir a sonreír más o menos. Luego, la actitud que tengamos ante lo que nos va pasando es también fundamental para sonreír más o menos.
Podríamos decir que, como nos gusta sonreír, tenemos que hacer todo lo necesario para intentar sonreír todo lo posible aunque no sea fácil muchas veces. Ni que decir tiene que todo el mundo merece tener motivos para sonreír. Y eso puede hacer posible que crezcan las posibilidades de sacar el máximo de los partidos a nuestra sonrisa, que son muchos y que desde luego nos pueden ayudar de lo lindo a crear una imagen sobre nosotros y nosotras que sea positiva y que nos refuerce. La verdad es que hay muchas personas que se han dado cuenta de esto y que seguramente ahora tienen mucho más de lo que presumir que antes.
Estamos seguros y seguras de que va a seguir aumentando el interés que tenemos por cuidar de nuestra sonrisa. Es una tontería que pongamos todo el empeño del mundo en comprar anillos, collares y pulseras para que se refuerce nuestra imagen y que no cuidemos al mismo tiempo de nuestra sonrisa. Hay que trabajar en los dos sentidos porque, si no es así, nunca vamos a conseguir del todo nuestro propósito.