Hablar de comercio electrónico en los tiempos que corren, puede resultar baladí. Las compras online, están a la orden del día y quien mas y quien menos, hace un clic de vez en cuando para adquirir artículos que ha visto en la red. Este sencillo gesto, es cada vez mas habitual. Las posibilidades que ofrece internet son más que infinitas. Todo lo que puedas imaginar y lo inimaginable esta al alcance de cualquiera a través de una pantalla.
Las ventas aumentan, no solo se lleva a cabo la compra selectiva, la compra por impulso, esta muy presente en la red. Tal vez no seamos plenamente conscientes del hecho, pero así es. La publicidad juega un papel muy importante y relevante en todas las paginas que visitamos de forma continua, lo que te induce a comprar cosas que ni siquiera te habrías planteado de no ser porque la red, te lo pone delante. No solo eso, te lo trae a la puerta de tu casa.
Gracias a que las empresas de transporte, cada vez más optimizadas, reducen los tiempos y plazos de entrega, la compra online, crece exponencialmente. El aumento de las ventas, incrementa la necesidad logística y requiere que esta sea más rápida y eficiente. Como nos cuentan profesionales del sector del transporte de la talla de Star-Cargo, todo lo referente a la logística crece de manera exponencial con el desarrollo del comercio online.
Las necesidades del cliente son primordiales para estos sectores que aúnan esfuerzos para ofrecer los servicios de mayor calidad que se puedan esperar. Los tiempos de entrega, la flexibilidad de horarios y plazos que plantean las diferentes empresas, facilitan notoriamente la labor de los comercios.
Actualmente, comprar online, no es una novedad ni un privilegio de algunos. Es una realidad plausible y porque no decirlo, una forma de vida. Ya no es necesario perder el tiempo yendo al super, un escaparate virtual te muestra todo lo que puedas necesitar. Tampoco es necesario ir de tiendas para estar a la última. Todo lo que puedas encontrar en las tiendas de moda, estará antes en las páginas webs correspondientes.
Si echamos la vista atrás, tan solo unos años, cuando el comercio electrónico empezaba su andadura, el temor de que el pedido se extraviara, la demora en el envío que a veces se prolongaba demasiado, la imposibilidad de realizar un cambio o devolución debido a los costes, etc. echaban atrás numerosas ventas potenciales. Todo eso ha cambiado y no solo en beneficio de los comercios, los clientes, son los principales beneficiarios de todas esas ventajas que hoy, ofrece la red y la compra online.
Tu compra en el momento
Todos lo sectores cuentan con su nicho en el mercado. En la red cabe todo, el mundo virtual no discrimina, al contrario, integra. Merced a este hecho, se han simplificado procesos, incluidos sectores, acercado culturas y un largo etcétera. No en vano, internet tiene sus desventajas y sus cosas negativas, pero ha logrado acercar a un mundo distante y centralizarlo en un lugar para todos. Aunque esta premisa pueda ser discutible que, lo es, en el tema de este post, se trata de un aspecto indiscutible: internet es la integración en el sentido más estricto de la palabra. Una red por la que todo el mundo puede caminar sin caer, al menos en lo que a comercio se refiere.
La seguridad que ofrece comprar online es en la actualidad, semejante a las compras físicas. Las pasarelas de pago, las diferentes posibilidades de hacer el mismo y las facilidades para efectuar el mismo, son otro factor que ha motivado a la sociedad a seguir incrementando y fomentando las compras en la red.
Un claro ejemplo de esa versatilidad y de las posibilidades que ofrece es la compra en el sector de la alimentación. Por circunstancias, muchas veces no es posible acudir al super, puede darse una situación de enfermedad, que el trabajo y sus horarios te impidan hacer la compra cuando lo necesitas, etc. Cada vez es más frecuente encontrar servicios de compra casi instantáneos. En el mimo tiempo que puedes tardar en acudir al super y hacer la compra in situ, puedes hacer la compra de los mismos productos y recibirla en la puerta de tu casa. Tiempos récor de dos horas en los que el repartidor, llamará a tu puerta y te dejará la compra sin que te hayas tenido que desplazar nada mas que por la pantalla.
Esta posibilidad, simplifica mucho la vida a cierto sesgo de personas que no pueden hacer sus compras por la razón que sea. Se trata de un proceso seguro, sencillo y rápido. Gracias, indudablemente, a los servicios logísticos, cada vez, más adaptados a los tiempos.
No solo el sector de la alimentación ofrece este tipo de posibilidades. Otros comercios que prestan servicios de utilidad pública, como las farmacias, cuentan con excelentes servicios de entrega a domicilio en el mismo día o a la mayor brevedad posible. Teniendo en cuenta la naturaleza de este servicio, es fundamental que la eficiencia y el acortamiento de los plazos de entrega se reduzcan al máximo posible.
Es cómodo, es útil y es real. Comprar sin moverte del sofá. Comprar mientras vas en el metro. Comprar mientras esperas en el médico. Aprovechar el tiempo en blanco para poder hacer las compras para poder disfrutar de tu tiempo de la manera que más te convenga. Hablamos concretamente de las compras obligadas, como la alimentación o productos del hogar y no de todas esas compras por placer que solemos hacer los mortales.
Eliminando fronteras
En ese sentido, las compras por placer, el placer se incrementa. La posibilidad de comprar objetos, artículos, productos, ropa, lo que sea, de cualquier lugar, en cualquier momento, es otra de las realidades plausibles gracias al comercio electrónico.
Adquirir un producto de otro país, que te lo traigan a la puerta de tu casa en pocos días y además, con un coste reducido en comparación a si lo comprarás en tu propio país, es parte de nuestro día a día.
Gigantes de la talla de Amazon o Ali Exprés, han hecho posible esa liberación del mercado, ese acercamiento de productos que de otro modo puede, ser difícil de adquirir. Cuando hace unos pocos años, esta posibilidad empezaba a estar presente en nuestra rutina, comprar en China solo era posible visitando los bazares que ofrecían muchos productos de allí a precio de aquí.
Comprar online, acerco ese mercado, aunque en contra estaban los plazos de entrega que podían ser de semanas. Eso sí, generalmente, no incluían los gastos de envío tan temidos. Actualmente, e-commerce internacional y logística han aunado esfuerzos y esos plazos, son mínimos.
Comprar en Estados Unidos, China, Londres, Ecuador, Australia… es posible. La moda de otros países, esa que aun no es siquiera tendencia en el tuyo, productos de alimentación exóticos que aquí pueden resultar costosos o imposibles de encontrar, pueden llegar a la puerta de tu casa en pocos días.
Por si no fuera suficiente, las facilidades para hacer cambios también han evolucionado. Ahora es posible, gracias a la logística inversa y a que las propias empresas o comercios asumen esos costes, logrando acuerdos con las mensajerías.
Pagos y reembolsos efectivos al instante, según bancos y condiciones, claro. Aun así, cuando un producto no llega a tiempo o no te gusta y quieres devolverlo, ese importe también es devuelto mediante la misma forma de pago. Financiación a medida y online en según que tipo de compras y todos los servicios que puede ofrecer el comercio tradicional, con la salvedad de que no tienes que moverte de tu sofá.
Inimaginable hace unos años, indispensable en la actualidad. La compra a tiempo y la puerta de tu casa, a un solo clic.